¿Por qué sufrir si nos desgasta?
El sufrimiento y el miedo, con más frecuencia, parecen formar parte de la vida de las personas. Hay muchos motivos por los que sufrir está a la orden del día (trabajo, estrés, burnout, estudios, relaciones, etc), pero se nos olvida un dato importante: La vida con sufrimiento desgasta y es una de las causas principales por los que muchas de las enfermedades que tanto tememos puedan aparecer.
Estadísticas del sufrimiento
Según la Organización Mundial de la salud, España es el cuarto país de Europa con más casos de depresión, por detrás de Alemania, Italia y Francia, llegando a afectar a más de 2 millones de personas. En total perjudica a alrededor de 300 millones en todo el mundo. En España, el número de casos ronda los 2 millones, sin tener en cuenta las personas que no acuden al médico y que están sufriendo episodios depresivos. Las mujeres son las más afectadas, un 9,2% frente a un 4% en los hombres.
Otro dato significativo en la prevalencia de la depresión sitúa al 7.9% de los casos en situación de desempleo y el 3,1% trabajando. El consumo de droga, tabaco o alcohol pueden facilitar su aparición.
Aunque hay formas eficaces de tratar la depresión, más del 50% de los casos en el mundo no reciben ningún tipo de tratamiento, afirma la OMS.
¿Cuáles son los principales impedimentos la hora de tratar el sufrimiento?
Las principales dificultades se encuentran en la estigmatización de los trastornos mentales, la falta de recursos, y el excesivo consumo de fármacos recetados por no profesionales que palian los efectos a corto y no a largo plazo.
En España, concretamente, según la Escuela de salud, casi el 11% de la población consume tranquilizantes y pastillas para el insomnio. Siendo la prevalencia mayor en mujeres (14% frente 7,4% en hombres). En el caso de los antidepresivos, un 7% las mujeres frente a un 3% de los hombres aproximadamente.
Con relación a acudir a consulta psicológica o psiquiátrica, un 5,5 % de la población ha acudido en el último año.
En definitiva, la depresión se ha convertido en el principal motivo de discapacidad en el mundo.
¿Por qué sufrir inútilmente? ¿Qué motivos pueden haber detrás del miedo a acudir a consulta con un psicólogo?
Como ya hemos comentado anteriormente, la estigmatización es uno de los motivos más claros. Aún a día de hoy muchas personas no conocen el papel de un psicólogo, y asocian la psicología o la psiquiatría con la locura: “Yo no estoy loco, entonces ¿Para qué voy a ir al psicólogo?”, “ir al psicólogo significa estar loco”.
Otro de los motivos es que las personas buscan superar sus problemas en un periodo de tiempo reducido: “si puedo solucionarlo con pastillas, ¿Para qué voy a acudir al psicólogo?”. La terapia por lo general es un proceso más lento que el consumo de pastillas, pero también más duradero en el tiempo. Aprender a cambiar hábitos nos ayuda a cambiar nuestra forma de vivir y a no depender tanto de pastillas para cuidar nuestra psique.
Con relación a la medicina, hay muchas personas que asocian un malestar mental únicamente con la falta de sustancias en nuestro cuerpo, con el déficit de serotonina. Entonces, el consumo de pastillas es lo único que hay que hacer. No olvidemos que no sólo somos la parte biológica. Asociar cualquier malestar a ella es como liberarse de la responsabilidad de trabajar mis pensamientos y mis ideas. Si yo cambio o aprendo a gestionar mis pensamientos y mis emociones también puedo sentirme bien y superar episodios depresivos, y encima me quedó con la experiencia para una próxima vez y que así, poco a poco, me resulte más fácil ir afrontando una situación determinada.
“¿Qué es la felicidad sino el desarrollo de nuestras facultades?”
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