Las relaciones intermitentes, también conocidas como «relaciones yoyo», son aquellas en las que una pareja experimenta rupturas y reconciliaciones repetidas. Este fenómeno es más común de lo que parece y afecta tanto a hombres como a mujeres, independientemente de la edad o el contexto socioeconómico. Estudios recientes sugieren que hasta el 60% de las parejas han experimentado algún tipo de intermitencia en su relación (Dailey et al., 2009). Conocer los detalles de las relaciones intermitentes y el fenómeno del ‘yoyo’ en las parejas es esencial para avanzar en los ámbitos afectivos.

Relaciones intermitentes: el fenómeno del ‘yoyo’ en las parejas

¿Por qué existen las relaciones intermitentes en  el fenómeno del «yoyo»?

Las relaciones intermitentes pueden parecer emocionantes o incluso una prueba de la fuerza del vínculo amoroso, pero en la mayoría de los casos, indican problemas subyacentes que impiden una estabilidad real. Las razones por las que una pareja entra en este ciclo de rupturas y reconciliaciones pueden variar, pero en general, tienen que ver con una combinación de factores emocionales, psicológicos y sociales.

Algunas personas pueden ver estas relaciones como un desafío, creyendo que con el tiempo y el esfuerzo adecuado, lograrán solucionar los problemas que generan las separaciones. Sin embargo, la realidad es que, en muchos casos, el patrón se vuelve tan arraigado que la relación se vuelve un vínculo tóxico del que es difícil salir. A continuación, exploramos las razones psicológicas que refuerzan este ciclo.

«Relaciones intermitentes en las parejas y el fenómeno del ‘yoyo’ son una realidad del siglo XXI»

Factores psicológicos que alimentan el ciclo del ‘yoyo’ en las relaciones intermitentes de pareja

Las relaciones intermitentes suelen estar marcadas por una combinación de factores psicológicos que refuerzan el patrón de separación y regreso. Comprender estos factores puede ser clave para identificar si estamos atrapados/as en una dinámica de este tipo y qué podemos hacer para salir de ella.

Comprendiendo los factores clave de las relaciones intermitentes y el ciclo «yoyo» en las parejas

Formas de apego inseguro

Según la teoría del apego de John Bowlby (1969), las personas desarrollan diferentes estilos de apego según sus experiencias infantiles con figuras de apego. Dentro de estas categorías, las personas con un apego ansioso o evitativo son más propensas a relaciones inestables.

Apego ansioso

Apego ansioso: Genera una necesidad intensa de cercanía, lo que provoca angustia tras la ruptura y motiva la reconciliación. Las personas con este tipo de apego pueden sentir una profunda sensación de abandono cuando su pareja los deja, lo que les lleva a hacer todo lo posible por retomar la relación, incluso si saben que es disfuncional.

Apego evitativo

Apego evitativo: Crea una aversión al compromiso, haciendo que la persona se distancie periódicamente. Este tipo de persona puede sentir que la relación se vuelve sofocante y necesita escapar, pero una vez fuera, puede experimentar soledad o miedo a perder a su pareja, lo que los lleva a regresar.

La combinación de una persona con apego ansioso y otra con apego evitativo es particularmente explosiva y suele dar lugar a relaciones altamente inestables y repetitivas.

Idealización de la relación en las relaciones intermitentes donde se establece el ciclo «yoyo» en las parejas

Muchas parejas intermitentes tienden a idealizar los momentos positivos de la relación mientras minimizan los conflictos. Esta distorsión cognitiva, conocida como «sesgo de confirmación», lleva a pensar que la relación será diferente en cada reconciliación, cuando en realidad los problemas subyacentes permanecen.

La idealización también está influenciada por la memoria selectiva: recordamos lo bueno con mayor claridad que lo malo. Esto lleva a que, tras una ruptura, se minimicen los problemas reales y se acentúen los momentos felices, generando la falsa impresión de que «todo podría solucionarse».

El miedo a la soledad en las relaciones intermitentes en las que existe el ciclo «Yoyo» en las parejas

El miedo a la soledad es una de las razones más frecuentes por las que las parejas intermitentes continúan juntas. Estudios de Spielmann et al. (2013) muestran que las personas con alta ansiedad por la separación son más propensas a volver con sus exparejas, incluso si la relación no es saludable.

Este miedo puede estar relacionado con experiencias pasadas de abandono, baja autoestima o una creencia errónea de que «no encontrarán a alguien mejor». A menudo, estas personas prefieren mantener una relación defectuosa antes que enfrentarse a la incertidumbre de estar solos.

Refuerzo intermitente: la clave de las relaciones intermitentes «Yoyo»

El refuerzo intermitente es un concepto de la psicología conductista desarrollado por B.F. Skinner (1953). En el contexto de una relación intermitente, las rupturas y reconciliaciones generan un ciclo de recompensas impredecibles que refuerzan la conducta de volver con la expareja. La incertidumbre y la intermitencia aumentan la atracción, en lugar de debilitarla.

El refuerzo intermitente también puede estar relacionado con la dependencia emocional, ya que las emociones extremas de tristeza y alegría intensifican el vínculo con la pareja, generando una especie de «adicción emocional».

Impacto emocional y efectos en la salud mental de las relaciones intermitentes en las que existe el ciclo «Yoyo» en las parejas

Las relaciones intermitentes pueden tener un impacto significativo en la salud mental. Estudios han demostrado que este tipo de relación está asociada con niveles más altos de ansiedad, depresión y autoestima deteriorada (Vennum et al., 2014). Algunas de las consecuencias emocionales más comunes incluyen:

Aumento del estrés emocional: La inestabilidad constante genera una sensación de incertidumbre y ansiedad.

Culpa y vergüenza: Algunas personas sienten que «fracasan» por no poder romper definitivamente con su expareja.

Dependencia emocional: La persona se vuelve adicta al ciclo de rupturas y reconciliaciones.

Dificultad para establecer relaciones sanas: La normalización del patrón intermitente puede afectar futuras relaciones.

¿Compensan las relaciones intermitentes en las que existe el ciclo «Yoyo» en las parejas?

Las relaciones intermitentes pueden parecer emocionantes y llenas de pasión, pero a largo plazo suelen ser una fuente de estrés emocional y desgaste psicológico. Romper el ciclo requiere autoconciencia, voluntad y estrategias efectivas para construir relaciones más saludables. ¿Estás dispuesto/a a dar el paso hacia una vida amorosa más estable?


Cómo romper el ciclo de las relaciones intermitentes «Yoyo» y construir vínculos más saludables

La importancia de reconocer el patrón para no caer en las relaciones intermitentes que nos provocan el ciclo «yoyo»

El primer paso para salir de una relación intermitente es identificar que se está atrapado/a en este ciclo. Muchas personas no son conscientes de que repiten las mismas dinámicas una y otra vez, lo que hace que las rupturas y reconciliaciones parezcan decisiones espontáneas en lugar de un patrón arraigado.

Algunas señales de alerta de estas relaciones intermitentes «yoyo» incluyen:

Sentir que la relación es una montaña rusa emocional, con momentos intensos de felicidad seguidos de periodos de incertidumbre o dolor.

Justificar la reconciliación con frases como “esta vez será diferente”, sin una base real de cambio.

Experimentar una dependencia emocional fuerte, donde la idea de estar sin la otra persona genera ansiedad extrema.

Tener conflictos recurrentes sin encontrar soluciones duraderas.

«Reconocer estas señales es fundamental para comenzar a tomar el control de la situación y tomar decisiones más conscientes.»

Estrategias psicológicas para salir del ciclo de las relaciones intermitentes «yoyo» en las parejas

Aceptar la realidad de la relación y lo que me puede ofrecer esta relación intermitente «yoyo»

Una de las mayores barreras para romper con una relación intermitente es la negación. Muchas personas creen que, con el tiempo, el amor superará cualquier obstáculo. Sin embargo, los estudios de Vennum y Fincham (2011) demuestran que las relaciones intermitentes tienden a empeorar con el tiempo en lugar de mejorar.

Aceptar que la relación sigue un patrón disfuncional permite tomar decisiones desde la razón y no desde la emoción del momento.

Cortar el contacto durante un tiempo determinado para reducir el deseo, el placer y la seguridad de la relación intermitente.

El contacto cero es una de las estrategias más efectivas para romper el ciclo de las relaciones intermitentes. Cuando se mantiene contacto con la expareja, el cerebro sigue asociando la relación con una fuente de placer y seguridad, lo que dificulta la separación.

Estudios sobre la neurobiología del amor (Fisher et al., 2016) han demostrado que el rechazo romántico activa las mismas áreas del cerebro que la adicción a sustancias. Por ello, cortar el contacto es similar a un proceso de desintoxicación emocional.

Algunas recomendaciones para aplicar el contacto cero de manera efectiva incluyen:

Bloquear o silenciar a la expareja en redes sociales para evitar estímulos que revivan la relación.

Evitar lugares donde sea probable un encuentro.

Enfocarse en actividades nuevas que generen satisfacción y distracción.

Reforzar la autoestima y la independencia emocional para que las relaciones intermitentes » con ciclo «yoyo» no me pasen factura.

Uno de los principales motivos por los que las personas vuelven a relaciones intermitentes es la baja autoestima o el miedo a la soledad. Para evitar caer en este patrón, es fundamental fortalecer la propia identidad y autonomía emocional.

Algunas estrategias útiles incluyen:

Terapia psicológica: Trabajar con un psicólogo especializado en relaciones puede ayudar a identificar creencias limitantes sobre el amor y la dependencia emocional.

Desarrollar nuevos hábitos: Practicar hobbies, hacer ejercicio y aprender nuevas habilidades refuerza la autoconfianza y ayuda a llenar el vacío emocional que deja la ruptura.

Ampliar el círculo social: Construir nuevas amistades y rodearse de personas que aporten bienestar emocional ayuda a reducir la necesidad de volver con la expareja.

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Identificar y modificar patrones de apego en relaciones intermitentes y el fenómeno del ‘yoyo’ en las parejas

El tipo de apego emocional que desarrollamos influye en nuestra forma de relacionarnos. Según la teoría del apego de John Bowlby (1969), las personas con apego ansioso o evitativo son más propensas a caer en relaciones inestables.

Si tienes apego ansioso, es importante aprender a manejar la ansiedad en la relación y desarrollar mayor seguridad en la independencia.

Si tienes apego evitativo, trabajar en la comunicación emocional y en la apertura al compromiso puede ayudar a evitar las fugas emocionales.

Existen ejercicios terapéuticos, como la reconstrucción del guion emocional y la terapia basada en el apego, que pueden ser de gran ayuda para cambiar estas dinámicas.

Cómo construir relaciones más saludables en el futuro: Relaciones intermitentes y el fenómeno del ‘yoyo’ en las parejas

Una vez que se ha roto el ciclo de una relación intermitente, el siguiente paso es construir vínculos amorosos más sanos y estables. Algunas claves para lograrlo incluyen:

Definir límites claros desde el inicio para gestionar las relaciones intermitentes y el fenómeno del ‘yoyo’ en las parejas

Una relación saludable se basa en el respeto mutuo y en la claridad de expectativas. Desde el comienzo de una nueva relación, es fundamental establecer límites que prevengan patrones tóxicos.

Ejemplos de límites sanos para gestionar las relaciones saludables, frente a las intermitentes y el fenómeno del ‘yoyo’ en las parejas incluyen:

Comunicar necesidades emocionales de manera clara y honesta.

No tolerar faltas de respeto o manipulaciones emocionales.

Establecer espacios individuales dentro de la relación.

Elegir parejas con valores compatibles para no caer en las relaciones intermitentes y el fenómeno del ‘yoyo’ en las parejas

Las investigaciones de Gottman y Silver (1999) sobre relaciones exitosas muestran que las parejas con valores y metas en común tienen una mayor probabilidad de éxito. Antes de comprometerse en una nueva relación, es recomendable reflexionar sobre aspectos clave como:

¿Compartimos una visión similar del futuro?

¿Nuestros estilos de comunicación son compatibles?

¿Nos sentimos emocionalmente seguros el uno con el otro?

Priorizar la comunicación efectiva  con el fin de gestionar las relaciones intermitentes y el fenómeno del ‘yoyo’ en las parejas

La comunicación es la base de cualquier relación saludable. Evitar la suposición de pensamientos o emociones y, en su lugar, fomentar una comunicación abierta y honesta, reduce la probabilidad de conflictos no resueltos.

Algunas herramientas para mejorar la comunicación incluyen:

La escucha activa, donde se presta atención real a la pareja sin interrumpir ni juzgar.

El uso de mensajes en primera persona, como “me siento así cuando sucede esto”, en lugar de acusaciones.

La resolución de conflictos desde el respeto y el compromiso mutuo en lugar de la confrontación.

¿En definitiva, que es importante tener en cuenta en las relaciones intermitentes y el fenómeno del ‘yoyo’ en las parejas?

Las relaciones intermitentes pueden parecer adictivas y llenas de pasión, pero a menudo conducen a ciclos de dolor y desgaste emocional. Salir de este patrón requiere conciencia, trabajo personal y la determinación de construir una relación diferente.

Romper con el ciclo no solo permite encontrar una relación más estable y feliz en el futuro, sino que también ayuda a fortalecer la autoestima, la independencia emocional y la calidad de vida en general.

Si te has sentido identificado/a con este tema, recuerda que buscar ayuda profesional es una opción valiosa para trabajar en la construcción de relaciones más sanas y satisfactorias.

«Si sientes que necesitas ayuda profesional psicológica recuerda que estoy aquí»

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Bibliografía relacionada con relaciones intermitentes y el fenómeno «yoyo» en las parejas

Dailey, R. M., Pfiester, A., Jin, B., Beck, G., & Clark, G. (2009). A qualitative analysis of on-again/off-again romantic relationships: «It’s up and down, all around». Personal Relationships, 16(4), 443-460. Recuperado de https://www.researchgate.net/publication/258189549_A_qualitative_analysis_of_on-againoff-again_romantic_relationships_It’s_up_and_down_all_around

Spielmann, S. S., MacDonald, G., Maxwell, J. A., Joel, S., Peragine, D., Muise, A., & Impett, E. A. (2013). Settling for less out of fear of being single. Journal of Personality and Social Psychology, 105(6), 1049-1073. Recuperado de https://www.researchgate.net/publication/257837688_Settling_for_Less_Out_of_Fear_of_Being_Single

Vennum, A., & Fincham, F. D. (2011). Assessing decision making in young adults’ romantic relationships. Psychological Assessment, 23(3), 739-751.